sábado, 25 de noviembre de 2017

Historia de la literatura latinoamericana

La Literatura Latinoamericana preexiste a la llegada de los españoles al Nuevo Mundo. El Popol Vuh es un texto prehispánico que describe el origen del mundo, un Génesis americano. Desde la llegada de los españoles, se producen una serie de obras literarias que van conformando el panorama literario latinoamericano, dándole unas características propias y únicas. La consecución de la independencia y los procesos políticos en los diferentes países latinoamericanos también tienen su reflejo en la literatura en español. A principios del siglo XIX, muchos escritores latinoamericanos sintieron la necesidad de escribir sobre su independencia recién adquirida. Esta literatura era dolorosamente sincera y poco romántica. El Romanticismo se desarrolló poco después y en consecuencia la literatura latinoamericana se desarrolló de un modo particular. Posteriormente, llegó un realismo corrosivo, de breve duración, que fue seguido por el realismo mágico. Gabriel García Márquez emplea este estilo de escritura en la mayor parte de su obra literaria. Hoy en día, la literatura latinoamericana es fácilmente accesible para ser leída por todos, y es ampliamente estudiada en universidades de todo el mundo.


Historia

Época pre-colombina

Cuando los españoles llegaron a América encontraron territorios habitados por grupos humanos que tenían diferencias culturales y organizaciones sociales complejas. Específicamente, se puede hablar de las culturas de Centroamérica y la región andina de América del sur: Azteca, Maya e Inca. En el sur del continente se encontraban otros grupos en un menor grado de desarrollo que se dedicaban a la agricultura sedentaria o eran cazadores nómadas. Las grandes culturas fueron sometidas rápidamente por los españoles debido a las grandes rivalidades internas que existían y que los llevaba a traicionarse entre ellos, situación aprovechada por los españoles. Los grupos del sur del continente en cambio, resistieron mucho más y dieron una lucha aguerrida y sangrienta.
En lo que tiene que ver con el contexto cultural se puede afirmar que los indígenas no manejaban alfabetos fonéticos propiamente, pero si habían desarrollado otras formas de comunicación que tenían un sistema de representación visual a partir de gliflos pictográficos, ideológicos y parcialmente fonéticos. Utilizaron la tradición oral como una forma de mantener la cultura, esta tradición era de una gran riqueza, algunas de estas manifestaciones fueron recopiladas por escrito por algunos españoles.
Dicha literatura por lo tanto, estaba vinculada con mitos que hacían parte de las ceremonias rituales de los indígenas, presentados en un lenguaje elemental y cuyos temas eran: el origen del mundo, el amor, lo divino. Específicamente, se pueden encontrar todas estas características en el popol puh, libro fundamental de los mayas escrito en lengua Quiche, su nombre significa libro del concejo y contiene las más antiguas cosmogonías, mitos e historias del pueblo Maya. Dichas historias fueron recopiladas entre 1554 y 1558 y dadas a conocer en el siglo XVIII. El manuscrito fue descubierto por el padre Francisco jimenez quien lo tradujo al castellano. Otro importante aporte de la literatura indígena de la época es el Chilam Balam en él se puede encontrar crónicas, genealogías, profecías, cantares, mitos y leyendas.
Fue copiado poco después de la conquista y conservado por los indígenas mayas de la provincia de Yucatán. Balam en lengua maya significa jaguar o brujo y Chilam significa sacerdote.

Conquista colonial
En el encuentro de dos culturas tan diferentes como la española y la indígena prevaleció un proyecto político de dominación, caracterizado por el saqueo y la violencia extrema que acabó con culturas enteras. El siglo XVI fue un siglo de contrastes y violencia; pero también hubo espacio para la autocrítica. Como se puede apreciar en las leyes de indias y los escritos de Fray Bartolomé de las casas. Se dio una mezcla de razas entre blancos, indígenas y negros con unos roles jerarquizados y diferenciados claramente. Los españoles controlaban el gobierno mientras que los criollos, quienes eran los hijos nacidos en América de los españoles, luchaban por obtener el poder, los indígenas fueron sometidos a diversas formas de trabajo que, junto con las guerras y las enfermedades traídas por los españoles los fueron disminuyendo considerablemente y propiciaron la traída de negros provenientes del África para desempeñar pesados trabajos. Toda esta situación dio origen a un mestizaje racial y cultural de tres continentes.
La vida cultural de la conquista y la colonia estuvo fuertemente influenciada por la iglesia católica, la educación era restringida a unos pocos criollos y esto generó un gran atraso pedagógico-educativo, los libros eran prácticamente inexistentes.
La literatura de este periodo se enriqueció gracias a que los conquistadores escribieron sus aventuras describiendo el nuevo mundo. Se puede afirmar que fue una literatura testimonial que habla de los ancestros.
Se destacan escritores como: Cristóbal Colón con sus Diarios, Hernán Cortés, Cartas de relación de la conquista de México; Francisco López de Gomarra, Historia de las indias; Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de Nueva España; Gonzalo Fernández de Oviedo, Historia general y natural de las Indias; Fray Bartolomé de las Casas, Brevísima relación de la destrucción de las Indias; Alvar Núñez Cabeza de Vaca, Naufragios; Pedro Cieza de León, Crónica del Perú; Fray Bernandino de Sahagún, Historia general de las nuevas cosas de la Nueva España; El Inca Garcilaso de la Vega, Diálogos de Amor; Alonso de Ercilla, La Araucana.

Los autores más representativos del Boom son Gabriel García Márquez, de Colombia, Mario Vargas Llosa, de Perú, Julio Cortázar, de Argentina, y Carlos Fuentes, de México. Pero el fenómeno del Boom incluye una lista mucho más larga de escritores latinoamericanos. Estos escritores desafiaron los convencionalismos establecidos en la literatura latinoamericana a través de obras experimentales de marcado carácter político, cuya influencia ha marcado generaciones de escritores hasta nuestros días.
















Gabriel García Márquez fue uno de los grandes novelistas del siglo XX, renovador de la literatura en español y figura clave en el auge del llamado realismo mágico. Fue también el máximo representante del Boom Latinoamericano. Su importancia como narrador se vio reconocida a nivel mundial en 1982, año en el que le fue otorgado el Premio Nobel de Literatura.
García Márquez nació en Aracata (Colombia) el 6 de marzo de 1927. Fue el primero de once hijos. Sus primeros años de vida los pasó al cuidado de sus abuelos maternos recibiendo así una fuerte influencia de su abuelo, el coronel Nicolás Márquez Mejía, un respetado liberal veterano de la Guerra de los Mil Días al que el autor describirá como su «cordón umbilical con la historia y la realidad». Su niñez está relatada en sus memorias Vivir para contarla (2002).

En 1947 comienza a estudiar Derecho en la Universidad Nacional de Cartagena y ahí es cuando nace su verdadera pasión por la literatura. Tras el cierre de la universidad después del "Bogotazo" abandona sus estudios para trabajar como periodista en varios medios, como El Universal o El Heraldo. La profesión periodística tuvo una gran influencia en la formación literaria de García Márquez, y marcaría de forma decidida el estilo de sus obras.
Su carrera de escritor comenzó con una novela breve La hojarasca (1955). Pero la obra clave en su carrera sería Cien años de soledad (1967). El autor desarrolló una importante carrera literaria con obras como El coronel no tiene quien le escriba (1961) o Crónica de una muerte anunciada (1981).
Su siguiente gran obra, El amor en los tiempos del cólera (1987), se inspiraría en la propia historia de amor de sus padres. Volvió al reportaje con Miguel Littín clandestino en Chile (1986), escribió un texto teatral, Diatriba de amor contra un hombre sentado (1987), e incluso agrupó algunos relatos bajo el título Doce cuentos peregrinos (1992). Nuevamente, en sus últimas obras, podemos apreciar la conjunción de la novela amorosa y sentimental con el reportaje.
Las obras de García Márquez incluyen más de una decena de novelas cortas, dos novelas largas (Cien años de soledad y El amor en los tiempos del cólera), su autobiografía (Vivir para contarla) y varias colecciones de relatos y artículos periodísticos. Además, se la considera fundamental para entender la literatura en español del siglo XX y su influencia se ha extendido a varias generaciones de escritores. "Gabo" nos dejó un 17 de abril de 2014.

Julio Cortazar














Julio Cortázar fue un escritor, traductor e intelectual argentino nacido en Bélgica y nacionalizado francés. Se le considera uno de los autores más innovadores y originales de su tiempo, maestro del relato corto, la prosa poética y la narración breve en general, y creador de importantes novelas que inauguraron una nueva forma de hacer literatura en el mundo hispano, rompiendo los moldes clásicos mediante narraciones que escapan de la linealidad temporal.
En 1938, bajo el seudónimo Jorge Denís, publicó su primer libro, Presencia, de sonetos "muy mallarmeanos", según él mismo los calificara. En 1949 se publica su poema dramático, Los reyes, primera obra firmada con su nombre real. Durante el verano, escribe una primera novela, Divertimento, que de alguna manera prefigura Rayuela, que escribiría en 1963. En 1951 publicó Bestiario, una colección de ocho relatos que le valieron cierto reconocimiento en el ambiente local.
En 1960, publicó su primera novela, Los premios y en 1962, aparece Rayuela, destinado a convertirse en el primer gran éxito internacional del boom de la literatura latinoamericana de esa década. No en vano, Cortázar es uno de los máximos representantes de este llamado "Boom Latinoamericano". A su sensibilidad artística sumó su preocupación social: se identificó con los pueblos marginados y estuvo muy cerca de los movimientos de izquierdas.













Jorge Luis Borges, hijo de un abogado y una traductora, nació en Buenos Aires en 1899. A buen seguro la profesión de su madre determinó su bilingüismo, pues aprendió a hablar español e inglés al mismo tiempo. Esto le permitió traducir a Oscar Wilde a la temprana edad de 11 años. Borges siempre defendió que una buena traducción podía incluso superar al original, y se atrevió a traducir con sutiles modificaciones a ilustres como Edgar Allan Poe, Franz Kafka y Walt Whitman.
El amor por las letras, iniciado en su tierra natal, marcaría la vida de Borges desde entonces. Su familia se mudó a Ginebra durante la Primera Guerra Mundial, donde aprendió de forma autodidacta el alemán y el francés y simpatizó con los textos de Rimbaud, Schopenhauer y Nietzsche, entre otros. Poco después, el escritor argentino pasó dos años en España, donde trabó amistad con Jacobo Sureda. Esto marcaría la adhesión de Borges al movimiento ultraísta, creado en oposición al modernismo hasta entonces dominante en la poesía, y caracterizado por el uso constante de la metáfora.
En 1921 regresó a Argentina, donde inició propiamente su carrera literaria. Poemarios como Fervor de Buenos Aires, Luna de enfrente y Cuaderno San Martín son una buena maestra del cariño que el escritor guardó siempre hacia su patria. Firmó también el primer manifiesto ultraísta argentino y colaboró con dos revistas afines al movimiento: Prisma y Proa. Con el tiempo, las traducciones y la crítica literaria dieron paso a las antologías de cuentos, poesía y ensayos más célebres del autor. Las dos obras más célebres de esta etapa de madurez son Ficciones (1944) y El Aleph (1949), colecciones de cuentos ambas con un profundo trasfondo filosófico sobre el que el escritor despliega una imaginación tan poderosa como inusitada.
Notoria fue también la oposición que siempre manifestó Borges al peronismo, instaurado en Argentina en 1945. Tanto era así que vio a muchos de sus familiares y amigos encarcelados, y perdió su cargo en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires. Sin embargo, lejos de hacerle retroceder en su labor literaria, el escritor siguió creciendo en su patria y defendiendo sus ideales, lo que hizo que, con la caída del peronismo, el nuevo gobierno lo designara director de la Biblioteca Nacional. A partir de ahí, se sucedieron los reconocimientos, que culminaron con el Premio Cervantes en 1979. En 1986 el cáncer que le diagnosticaron lo llevó a fijar su residencia en Ginebra, ciudad a la que siempre había guardado estima, donde falleció meses más tarde, el 14 de junio.
El legado dejado por el escritor argentino ha sido objeto de muy diversas interpretaciones, y el principal acuerdo es que trasciende todo tipo de dogmatismo y clasificación. Por eso, tal vez lo más sensato sea recomendar su lectura; una inmersión en un universo que aúna conceptos tan opuestos como lo fantástico y lo racional en un derroche intelectual e imaginativo.

"Boom"La nueva
Literatura Latinoamericana
"Boom"La-nueva Literatura Latinoamericana
    A partir de 1960 ocurre en las letras hispánicas un fenómeno inusitado: la aparición de un grupo numeroso de escritores jóvenes, narradores y novelistas. Algunos de ellos fueron críticos literarios y escritores, los cuales hacían las esplicaciones, valorizaciones y críticas de las obras de sus compañeros. Otro dato que anotar fue la gran cantidad de lectores que surgió en esa época, quienes leían con avidez las novelas de éstos escritores.
     Este "boom" es conocido como la Nueva Literatura Latinoamericana. A partir de este lapso la "nueva novela" toma un papel importante tanto para América como para Europa.
     Esta literatura presenta algunas características: la desintegración de las formas tradicionales de la novela, debido a que con esta nueva novela se tratan nuevas técnicas y el lector se convierte en un "lector cómplice" y dejará de ser aquel lector pasivo de antes; La simultaneidad del lenguaje, aquí el autor utilizará un lenguaje variado de podría hacer denotar las distintas clases sociales, diversidad de lugares y regiones que a la vez que son diferentes su lenguaje también, ya no se utilizará en exceso aquel lenguaje directo, literario. El argumento de la novela es borrado por el lenguaje de personajes y narradores, que serán ahora "hablantes" simultáneos.
     Por último, La novela como ficción total; en esta parte ocurre una ruptura con la realidad circunstancial, los nuevos escritores emprenden la ruta hacia la imaginación creadora y el realismo mágico con la invención de lugares, nombres y personajes. Un gran ejemplo sería "Cien Años de Soledad", sin embargo a partir de Mario Vargas LLosa, Gabriel García Márquez entre otros la novela se convierte en un territorio imaginativo que totaliza la realidad en todos los planos.


Pmp Elaborado Por: Juan jose Monsalve D 8º1